Podemos encontrar infinidad de operaciones para elevar el pecho en los libros de cirugía estética. Los cirujanos noveles las ven y las intentan repetir. Normalmente con bastantes fracasos. ¿Por qué?.
Por dos escollos que con la experiencia aprendemos a salvar: forma y volumen.
Forma: normalmente hay que elevar el pezón y su areola a la posición perfecta. Normalmente es a la altura del surco. Ni más ni menos. Y eliminar la piel sobrante a lo ancho y a lo alto. Exactamente. Nosotros a lo largo de los años hemos aprendido a utilizar un diseño combinado de varios procedimientos que siempre nos va muy bien.
Tamaño: en la elevación del seno pueden suceder dos cosas. Que el volumen sea correcto o más frecuentemente, que falte. En la Mastopexia, que es como se llama esta intervención, acertar con la prótesis implantar es complejo, pues como con la talla de un zapato, el tamaño ideal para cada caso es único. Nosotros lo tenemos resuelto con nuestros “sizers”, modelos exactos que probamos (si, probamos) en la propia intervención. Y así acertamos siempre.
Para terminar te diré que necesariamente hay cicatrices, pues siempre sobra piel, que eliminamos y unimos con unas marcas. No se puede engañar a las pacientes con supuestas cicatrices invisibles, solo alrededor de la areola. Pero siempre el cirujano con experiencia sabrá como hacerlas. Para que sean al principio muy discretas y después se vayan difuminando con el tiempo.
Si te interesa el tema puedes ver un video de solo 6 minutos aquí: https://youtu.be/SqoFiH6fAiY