Tras el fracaso de las fotografías del acto de inauguración de la Fonteta de don Miquel, Empar continúa progresando, gracias al curso de fotografía que le ha vendido Berna Colom. Además practica con la cámara que también le ha proporcionado el vendedor ambulante afincado en L’Alqueria Blanca. Esta semana se ha marcado un objetivo para el que necesita la colaboración de Sento: quiere que le haga modelo en un ambiente muy natural, incluso demasiado natural para su marido. Sin embargo, si él no quiere participar en la propuesta artística, seguro que encuentra otro voluntario.
Además, Empar tiene otro objetivo: vigilar a Ferri, como le ha pedido Paqui antes de irse a Alcoy para ayudar en el horno de unos familiares. Y es que, la mujer sospecha del acercamiento que hay entre Ferri y Júlia, que se pasan el día juntos localizando para la futura película de Berlanga y porque en el pasado hubo algo entre ellos.
Por otro lado, dos mujeres quieren ayudar a Blanca y Carmen con el problema que tienen con la justicia por culpa de un beso que se dieron en la tienda. Una es la propia Júlia y la otra Raquel. La alcaldesa ha pensado en juntar a las partes implicadas en la denuncia para tratar de encontrar una solución.
Dora ya está recuperada del eccema que le produjo la quema que le vendió Berna – se estará haciendo de oro este hombre – y esta semana tendrá otro motivo de sufrimiento: la imagen que sobre ella tendrá el pueblo por culpa de un concurso radiofónico y de su padre.
¿Qué dirá por la radio el tío Pep que puede molestar tanto a su hija? ¿Será una buena idea reunir a las hermanas Matosas con Blanca y Carmen para que las primeras quiten la denuncia contra la tendera y la enfermera? ¿Conseguirá Empar unas buenas fotos artísticas de Sento o de quien sea? ¿Tranquilizará a Paqui sobre sus sospechas o le confirmará que entre Júlia y Ferri hay algo?
Todo esto y mucho más en los próximos capítulos de L’Alqueria Blanca, martes, 5 de marzo, a partir de las 22.00 horas y a la carta en