El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado en el Congreso de los Diputados el plan de regeneración democrática. Durante su intervención, Sánchez ha anunciado que este plan de regeneración pedirá “más transparencia y más rendición de cuentas” en tres ámbitos: “el poder ejecutivo, los medios de comunicación y el poder legislativo”.
Un paquete de propuestas destacables, sobre todo, en el ecosistema informativo, donde Sánchez ha hecho pública la necesidad de “actualizar la Ley de Publicidad Institucional” ante un cambio de paradigma en el ecosistema, que ha pasado de los medios físicos a los digitales. También ha recalcado la necesidad de “proteger la independencia editorial y los derechos de los profesionales” para que “no haya jefes de gabinete de presidentes autonómicos que amenazan impunemente a aquellos que no repiten sus consignas”, a la vez que “ningún periodista tenga que escuchar de nuevo: “os vamos a triturar, vais a tener que cerrar”. Una serie de ideas que Pedro Sánchez ha resumido en cuatro conceptos “transparencia, independencia, pluralismo y protección”.
Sánchez ha aprovechado esta comparecencia para poner en valor “la nueva Agenda Estratégica” aprobada por el Consejo Europeo el 27 de junio y que “fija tres prioridades para lo que queda de década: seguridad, competitividad y democracia”. Unos valores que se defienden también en el plan de regeneración planteado por el Ejecutivo.
En relación con esto, el presidente ha destacado que “el porcentaje de ciudadanos que no vería mal vivir bajo una dictadura está creciendo en toda Europa”, y señalando que en España, “uno de cada cuatro jóvenes no considera que la democracia sea la mejor forma de gobierno”. Este dato evidencia que “la democracia tiene viejos enemigos con nuevas herramientas”, y que según el secretario general, estos enemigos, utilizan bulos “intoxicando el debate público para debilitar nuestras democracias, socavar la convivencia y polarizar nuestras sociedades”.
En ese sentido, Pedro Sánchez ha puesto en valor el carácter visionario de la Constitución Española que “ya hablaba, hace más de 40 años del derecho a la información veraz. Una precisión, por cierto, introducida por el grupo socialista en la ponencia constitucional”. Asimismo, ha recalcado la necesidad de que “el ciudadano debe discernir entre la verdad y la mentira. Entre los problemas reales y los inventados, entre los datos y los relatos”, una problemática que resulta más complicado garantizar “ante el auge de las tecnologías”. Por ello, Sánchez ha destacado que el Gobierno, y la sociedad, “debemos garantizar una prensa libre, independiente y plural.”
El titular del Ejecutivo ha hecho hincapié en que, a pesar de que España tiene una de las “democracias más plenas del mundo”, sin embargo, según estudios recientes, “el 90% de los españoles se ven expuestos a noticias falsas de forma recurrente, y que al 86% de ellos les cuesta distinguir las noticias verdaderas de las que no lo son”. Una situación formada por bulos que hacen que “el 18% de los españoles piensen que nuestra economía está en crisis” a pesar de que “es una de las que más prospera en Europa y encadena ya 15 trimestres seguidos de crecimiento”, o que “el 34% de los ciudadanos tema que alguien ocupe su casa”, un problema que en realidad afecta al “0,06% de las viviendas que hay en nuestro país”. Estas cifras ponen en evidencia la idea de que “las fake news no surgen por accidente. Hay alguien que las fabrica y que dedica tiempo y dinero a distribuirlas” para “erosionar la confianza de la ciudadanía en la democracia”, como ha afirmado Sánchez. Ha añadido que el consumo de noticias falsas está “directamente ligado al voto a la ultraderecha y al auge de posiciones como la xenofobia, el antifeminismo o la homofobia”, como también está sujeto al “aumento de delitos de odio”.
