Castillo de Alaquàs: Fortaleza, Patrimonio y Centro Cultural

por | Oct 22, 2024 | Turismo | 0 Comentarios

El Castillo-Palacio de Alaquàs, castillo de las Cuatro Torres o palacio de los Aguilar es una de las mansiones nobiliarias impulsadas en la época de decadencia feudal del siglo XVI, es uno de los monumentos más importantes y representativos del patrimonio histórico y arquitectónico de la Comunidad Valenciana. En 1918 se anuncia el derribo del Castillo para aprovechar sus materiales, principalmente la madera. La respuesta social fue inmediata, los intelectuales emplearan todos sus esfuerzos para impedir esta aberración; gracias a las gestiones de Mariano Benlliure que a través de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, conseguía que el 26 de abril de 1918 el Rey Alfonso XIII firmara una Real Orden según la cual el edificio era declarado para su salvaguardia Monumento Histórico y Artístico. Pese a ello, el año 1928, y de manera clandestina, se produjo el derribo parcial de la torre noroeste. es un testimonio vivo de la historia, la cultura. Su transición a la titularidad pública marca un hito en los esfuerzos por preservar y poner en valor el patrimonio cultural, haciéndolo accesible a todos los ciudadanos .

El Castillo de Alaquàs es un palacio fortificado construido entre 1582 y 1587 por Luis Pardo de la Casta, señor de Alaquàs, miembro de una noble familia valenciana. Se trata de un edificio renacentista de planta cuadrada con torres en sus esquinas y un gran patio interior. Este diseño le otorga un aire de fortaleza medieval, aunque su principal función era residencial, lo que explica la riqueza de sus detalles arquitectónicos y decorativos.

Durante siglos, el castillo fue residencia de nobles y símbolo del poder de la aristocracia local. A pesar de su aspecto exterior austero, el interior cuenta con amplios salones y habitaciones decoradas con artesonados de madera y frescos que revelan la influencia del Renacimiento. El patio central, conocido como el patio de armas, es un espacio abierto y luminoso alrededor del cual se organizan las estancias principales del palacio. Este tipo de arquitectura era muy común entre las familias nobles de la época, que buscaban tanto la representación de su estatus como la comodidad en sus residencias.

El castillo ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos, incluyendo cambios en el poder local y guerras que sacudieron la región. A pesar de las vicisitudes del tiempo, el edificio mantuvo su estructura general, aunque con el paso de los siglos, fue sufriendo deterioro debido a la falta de mantenimiento y a su uso inadecuado.

A lo largo del siglo XX, el Castillo de Alaquàs pasó por diversas manos privadas, lo que contribuyó a su progresivo deterioro. En la década de 1970, el edificio ya mostraba signos de abandono, y algunos de sus elementos originales se perdieron o se vieron gravemente afectados por la falta de cuidados. En ese contexto, surgieron movimientos sociales y culturales en la localidad de Alaquàs que demandaban la preservación y recuperación del castillo como parte del patrimonio colectivo.

El paso más significativo hacia la titularidad pública comenzó a finales de los años 90, cuando las administraciones locales y regionales iniciaron negociaciones con los propietarios privados del castillo para adquirir el inmueble. En el año 2003, tras años de esfuerzos, el Ayuntamiento de Alaquàs presidido por el alcalde socialista Jorge Alarte y, con el respaldo del presidente de la Generalitat Valenciana, José Luis Olivas. Se consiguió finalmente adquirir el castillo, lo que supuso un hito en la historia del monumento. Esta compra fue vista como una victoria para la comunidad, ya que el castillo pasaba a ser un bien de uso público, accesible para todos los ciudadanos.

Tras su adquisición por parte del Ayuntamiento de Alaquàs, el castillo fue sometido a un ambicioso proyecto de restauración que comenzó en 2006 y finalizó en 2007. El objetivo de esta intervención era devolver al edificio su esplendor original, respetando al máximo su arquitectura histórica y sus elementos decorativos, y al mismo tiempo adaptarlo para su uso como centro cultural y social.

El trabajo de restauración fue llevado a cabo bajo estrictos criterios de conservación patrimonial, lo que ha permitido que el castillo conserve su autenticidad y se convierta en un ejemplo de buenas prácticas en la gestión del patrimonio arquitectónico.

Desde su apertura al público en 2007, el Castillo de Alaquàs se ha consolidado como un centro cultural de referencia en la comarca de l’Horta. El edificio alberga actualmente diversas dependencias municipales, así como una programación continua de actividades culturales que incluyen exposiciones de arte, conferencias, talleres educativos, conciertos y eventos literarios. Además, el castillo es sede de la Biblioteca Municipal, lo que refuerza su papel como epicentro cultural y educativo de la localidad.

Además, el castillo se ha convertido en un símbolo de la identidad de Alaquàs y de la importancia de la preservación del patrimonio. Cada año, miles de personas visitan el castillo, no solo por su valor histórico y arquitectónico, sino también por la calidad de las actividades culturales que ofrece.

La transición del Castillo de Alaquàs de propiedad privada a pública es un ejemplo de cómo la gestión municipal puede desempeñar un papel crucial en la preservación del patrimonio cultural. La adquisición y restauración del castillo no solo evitaron su posible desaparición, sino que lo transformaron en un espacio vivo y accesible para todos

El modelo de gestión del Castillo de Alaquàs ha sido elogiado por su enfoque inclusivo y participativo. Este modelo ha servido de inspiración para otros municipios que enfrentan retos similares en cuanto a la conservación de su patrimonio. El éxito del proyecto demuestra que, con una visión a largo plazo y una gestión responsable, es posible salvar monumentos históricos del abandono y convertirlos en activos dinámicos para la sociedad. 

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